viernes, 7 de agosto de 2009

DETRÁS DEL ALAMBRADO

DETRÁS DEL ALAMBRADO
Prof. Maria Lydia Garobbio para "Posición Adelantada" 1997
"No lo traigo más"... "Si no pensaba ponerlo, no lo hubiese citado"..."Porqué no saca al hijo"..."Seguro que Juancito sale llorando", escuchamos a menudo alrededor de la cancha, cuando algún chico quedó en el banco....
Seguramente al nene no le gustará nada quedar como espectador mientras sus compañeros sudan la camiseta. Pero claro está, menos nos gusta a los padres verlos sentados, mientras se desvanece la ilusión acumulada a lo largo de la semana.
Muchas veces para los técnicos, los chicos que están en el banco, están en ese lugar porque el que está en la cancha juega mejor, nadie arma un equipo para perder, menos cuando hay objetivos claros como ASCENDER o NO DESCENDER, hay partidos en que se pueden hacer los cuatro cambios y no influye en el resultado y hay partidos en los que hacemos dos cambios y nos empatan o lo perdemos.
También nos olvidamos que en muchas categorías no son sólo once jugadores, sino 20 o 25, y nadie piensa en los 11 que quedaron fuera del equipo, sin ocupar siquiera un lugar en el banco, es difícil decir fulanito o menganito vení la semana que viene a entrenar porque el sábado no jugás; y empiezan las preguntas y los cuestionamientos de los padres, "yo pago todas las cuotas", "mi hijo no falta a un entrenamiento y a menganito que no viene nunca lo pone de titular". El entrenador lo mira desde otro punto de vista, menganito no entrena pero hace 25 goles por año y ese hijo puede jugar todo el año y no le sirve al equipo.
También nos olvidamos de los chicos que hace dos o tres años que están entrenando con el plantel y por ahí llega uno de otro club y le saca el puesto, ya sea en la cancha o en el banco. Como queda anímicamente ese chico, como le explicamos. Muchas veces los padres traen a su hijo de otro club y lo primero que dicen es "cuanto es la cuota, huuyy! Que cara!" "En el otro club era más barata y enseguida acotan, mi hijo jugaba de titular", y yo me pregunto, si la cuota era más barata y el nene era titular porque cambió de club.
No sirve hablar atrás del alambrado, cuchichear o pasarse chimentos y menos hablar delante de los chicos cosas que no nos gustan a los grandes, si el técnico puso a aquel o saco al otro. Una institución fuerte se hace con tres pilares unidos; padres, dirigentes y jugadores, donde haya respeto y responsabilidad.
Reflexionemos un poco sobre la perseverancia y planteemos qué sucede cuando un chico, en su afán de ser titular trabaja durante años, cumpliendo al pie de la letra con los entrenamientos, con las directivas del técnico y con sus compañeros...
"Persevera y triunfarás" dice un refrán.
Si la perseverancia existe ¿dónde está el triunfo? Quizá simplemente en valorarla y entender que él triunfarás se traduce, simplemente, en dar una oportunidad.

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